SIN AMOR Si por lo menos no hubieras dicho que me amabas, si sólo hubieras dibujado con tu mano cabal la mansedumbre de mi cuerpo, si me hubieras asaltado en silencio, como el agua, si hubieras venido a mí como un sonámbulo, todo pulso, y calor, y piel, y lengua. Si por lo menos no hubieras dicho que me amabas, esta noche esta noche tan amarga me sería más fácil caminarla. Caminarla sin ti que estás mordido como pan de vagabundo en la ventana, caminarla sin ti, que te has herido como pájaro de vientre prolongado. Si por lo menos no hubieras dicho que me amabas, si sólo hubieras llegado con tu hoy simple y rotundo como un cero y nada más, y nada de tu ayer y tu castigo, y tu culpa y tu viejo carro uncido. Si me hubieras penetrado sin palabras, sólo y único, en silencio, acorazado. Si me hubieras medido con tu carne con la boca afirmada a la moneda, si me hubieras logrado sin hablarme... Si por lo menos no hubieras dicho que me amabas, si sólo hubieras descendido oscuro y anónimo y feroz y enmudecido, qué fácil caminar por esta noche de ciudad dilatada en bocacalles. Qué fácil detenerse en las esquinas y en las manos que juegan a ser rosas sobre el límpido cristal de las vidrieras ¡Qué fácil el otoño y el olvido!